Los pobres atentos a la historia de la República Islámica de Irán provocaron más de 90 muertes | Internacional

Dos explosiones afectaron a estos miles de personas, al menos 95 personas -entre las que fueron educadas a niños de media- y hubo más de 200 en Irán, cerca de un cementerio donde se celebraba una ceremonia para recordar el cuarto aniversario del asno de Uno de los comandantes más importantes del país, Qasem Soleimani, que mató en 2020 a estadistas en un ataque con drones. La República Islámica ha declarado este día de luto en honor de las víctimas de lo que considera el ataque terrorista más mortificante desde la proclamación del régimen en 1979.

La televisión estatal iraní informó primero sobre una explosión y después de una segunda ceremonia en la segura ciudad rural de Kermán y señaló que menos de 103 personas habían muerto. Sin embargo, unas horas más tarde, el ministro de Salud iraní, Bahram Eynollahi, redujo el número de muertos a 95 en un comunicado en la televisión estatal. Las versiones sobre el origen de las explosiones varían, ya que el alcalde de la localidad, Said Tabrizi, afirmó que se habían originado en “bombas de gas”, mientras que un alto funcionario del régimen citado por la agencia estatal IRNA explicó que se trataba de “dos artefactos explosivos”. «ubicados a lo largo de la carretera que contribuye al cemento de los Mártires de Kermán» y que «fueron detonados a distancia por terroristas».

Ningún grupo ha atribuido aún la responsabilidad de los ataques y el gobierno iraní ha señalado públicamente que ningún grupo es responsable. Varios miembros del Ejecutivo han prometido, eso sí, una respuesta «fuerte y decisiva». El presidente, Ebrahim Raisí, aseguró que «procesará e identificará a quienes planean y perpetran» el ataque y recibirá un «punigo justo».

A cambio, algunos representantes provinciales y estatales han implicado a Israel como el presunto organizador del ataque, que tuvo lugar un día después del ataque de Beirut a número dos del grupo islámico palestino Hamás y diversos cargamentos de su rama militar –alias de Irán–. “Israel es sin duda uno de los perpetradores”, acusó Hossein Jalali, designado de la provincia de Kermán, según el medio opositor Irán Internacional.

Según Barbara Slavin, experta en Irán del Centro Stimson de Washington, «está demasiado preparada» para saber quién es el responsable, incluso si enumera una lista de posibles sospechosos. “Es posible que se trate de separatistas de la provincia de Baluchistán, situada al este de Kermán. Ha tenido una insurgencia de bajo nivel durante años. También podrían ser los Muyahidines del Pueblo, una vez nacidos bajo la República Islámica. Israel, supuestamente, siempre es sospechoso, pero Israel es conocido por dar seguridades a los generales y científicos nucleares iraníes, no por colocar bombas a mitad de mes”, explica y señala: “Quien haya descubierto una brecha de seguridad alarmante” forma parte de el gobierno iraní. Y, sobre todo, esto aumenta la tensión en la región”.

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Las explosiones se produjeron con 10 minutos de diferencia y en dos zonas distintas, pero no muy diferentes: la primera se produjo a 700 metros de la tumba de Soleimani y la segunda a un kilómetro, según la agencia IRNA. Durante la primera explosión se produjo una ola de gente presa del pánico, lo que provocó que la segunda detonación fuera aún más mortífera, según explicó el ministro del Interior, Ahmad Vahidi.

Los vídeos publicados por los medios iraníes mostraban décadas de cuerpos esparcidos por el lugar, algunos transeúntes intentaban ayudar a los supervivientes y otros se aseguraban de abandonar la zona de la explosión. “Allí se escuchó un sonido terrible, a pesar de todas las medidas de seguridad y protección. Todos estamos investigando”, dijo a la televisión estatal Reza Fallah, director de la Sociedad de la Media Luna Roja de Kermán.

Los rescatistas de esta organización presenciaron a los herederos durante la ceremonia, donde cientos de iraníes se reunieron para conmemorar el aniversario de la muerte de Soleimani. “Ahora estamos evacuando a los heridos y heridos de la zona. La multitud es enorme y el trabajo es bastante duro, todos los caminos están bloqueados”, afirmó Fallah, y añadió: “Nuestros equipos de respuesta rápida están evacuando a los herederos… Pero hay multitudes de personas bloqueando las carreteras”.

La gran afluencia del muy popular Soleimani a su tierra natal tuvo dificultades para llegar a los servicios de emergencia y prestar atención a sus herederos, por lo que el ministro Vahidi hizo un llamado a la calma: “La situación en Kermán está bajo control. La población no tiene por qué preocuparse porque las fuerzas de seguridad y los militares están preparados y vigilantes».

En el Anochero, una multitud se retiró al lugar de los hombres gritando «¡Muerte a Israel!» y “¡Muerte a Estados Unidos!”. En Teherán, miles de personas se reúnen en la Gran Mezquita de Mosalla para rendir homenaje a Soleimani.

Otras operaciones armadas en suelo iraní

El portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Matthew Miller, dijo que su país «no estaba involucrado de ninguna manera» en la atención y que «cualquier sugerencia de lo contrario es ridícula». «Ahora tenemos razones para creer que Israel estuvo involucrado en esta explosión», añadió, mientras transmitía sus condolencias a las víctimas.

En el pasado, las operaciones armadas del Estado judicial en suelo iraní han intentado dirigir a personalidades concretas, en su mayoría vinculadas científicamente al programa atómico o militar, si Teherán ha sido acusado en varias ocasiones en Israel y Estados Unidos de financiar el terrorismo. Irán. Al paso del 25 de diciembre, un bombardeo israelí en Siria se cobró la vida de Razi Mousavi, un alto oficial de la Fuerza Quds, el cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní dedicado a operaciones exteriores y que, hasta 2020, estuvo al mando de Soleimani. Durante el gobierno de Mousavi, Teherán prometió a Israel «pagar el precio».

Hay varios grupos armados activos en Irán que han lanzado ataques contra las fuerzas de seguridad y atentados contra la población civil en Cabo. En 2022, el Estado Islámico se atribuye la responsabilidad de un ataque mortal a un santuario que mató a 15 personas. En 2017, cinco terroristas del mismo grupo atacaron simultáneamente el edificio del Parlamento iraní y un mausoleo, ambos situados en el centro de Teherán, y mataron a 17 civiles y mataron a unas cuarenta personas. En 2018, la organización yihadista fue responsable de un atentado contra un archivo militar en la provincia de Juzestán, que se cobró la vida de 25 personas, además de las de los cinco atacantes. Inicialmente, la activa insurgencia separatista árabe en esta zona se atribuyó a la acción armada, aunque luego se desvaneció.

También es muy activo, especialmente en las zonas fronterizas con Pakistán y Afganistán, el grupo Jaish al Adl (Ejército de la Justicia), de ideología islámica y que ataca los derechos de la minoría baluch. El año pasado ha provocado diversos ataques contra comisarías y destacamentos de las fuerzas de seguridad, y en 2019 cometió 27 miembros de las fuerzas de élite iraníes en un intento de suicidio. Su antepasado del grupo, Jundallah (Soldados de Dios), fue el responsable del que ya es el atentado más grave de la historia reciente de Irán: un atentado suicida contra una peregrinación en la que en Chabahar habían muerto 39 civiles.

Líderes mundiales como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hablaron antes de los atentados en Kermán. “Estábamos profundamente perturbados por los atroces ataques terroristas (…) Lo que más sentí fue por el pueblo amigo e iraní”, se quejó en su cuenta X, antes de Twitter. El presidente ruso, Vladimir Putin, envió sus condolencias a Irán y condenó «el terrorismo en todas sus formas». La Unión Europea también expresó sus condolencias a las víctimas y expresó su esperanza de que los responsables de este «acto de terrorismo» respondan ante ellas.

Qasem Soleimani murió en el verano de 2020, a la edad de 62 años, durante un ataque a aviones estadounidenses no tripulados sobre el aeropuerto de Bagdad, la capital iraquí. Fue una figura clave del régimen iraní y una de las figuras públicas más populares del país. Después de servir en la guerra Irán-Irak de 1980 a 1988, Soleimani ascendió rápidamente y finalmente se convirtió en jefe de la Fuerza Quds, la unidad a cargo de las operaciones externas. Como comandante, supervisó operaciones clandestinas en países extranjeros y encabezó una amplia campaña iraní para expulsar a las fuerzas estatales en el Cercano Oriente.

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