Sofía Vergara Nadal Opinión, o cuando subestima al de frente | Televisión

Antes de que doña Sofía Vergara Nadal Parera hiciera alarde del título y respondiera las preguntas de Pablo Motos, en Barranquilla las cosas pasaron. Fui madre a los 19 años, se la di al niño Manolo en casa de la película Caracortada, congeló a uno de sus hermanos en Colombia y se fue a Miami con toda su familia. Si pensaron en cien en los castings, si imaginaron lo que no fue así cuando vieron que les enseñaban el cuerpo -porque en el siglo XXI seguimos teniendo mayores a aquellos a quienes les faltó de una vez por todas la copa C del pretendiente- -Todos-, le volvieron a la chufla su intención de ser actriz, la acusación de fama por parte del ladrón cuando subió la fotografía desde un restaurante con Tom Cruise.

Prejuicios, cascabeles y muñecos varios hasta que se entregó la tarjeta de Gloria en la serie Familia moderna que la elevé a la fama y a nominaciones a premios, y de vez en cuando llenaba su papel.

Con esto lo que quiero decir es que Vergara es médico. elogio en machirulos, en gracioso de casete del distribuidor, que es rápido y más rápido en responder que cualquiera de nuestros mortales de pelo medio. Con esto lo que te voy a decir es que no subestimes lo que estás buscando. Puedes ganar las elecciones o enviarlos a casa cuando todo esté hecho.

Sofía Vergara se divirtió y cómo este mes El hormiguero.

La de Barranquilla está en menopausia, dice en edad cuando las habitaciones de su mismo centro de embarazo y no busca el piropo, por eso los aplausos son fáciles. “¿He bebido mucho esta Navidad?”, preguntaron. “No tanto como hubiera querido”, responde. El presentador dice que si desea respuestas menos generales, entonces debería hacer preguntas más específicas. Al menos se desanima cuando se da cuenta de que está más que feliz de hablar en inglés, lo que le ha sucedido un millón de veces. Cuando sucede en la realidad es algo tan obvio en España que pronunciamos el inglés mucho mejor que nosotros. “Idiomas, querida”, que diría Aramís Fuster.

Recuerdo las nominaciones a los Emmy, los Globos de Oro y los SAG. Se viene una promoción griselda, serie que produce y protagoniza. Se pregunta si el presentador la ha visto completa y la corrige cuando pronuncia un nombre equivocado. “¿Tiene alguna pregunta más, señora?”, dice la conductora del programa, acelerando y alejándose del inicio de la conversación.

«No hace falta decir qué es raro», le dice al final, cuando Vergara ha colocado toda la mercancía que busca y además nos dice que el maquillaje de su empresa es lo que ella lleva, que los vaqueros también y los únicos que pueden dejar un lugar son las plagas. Y desde este mismo momento todos buscamos el nombre de nuestras empresas para comprar lo que vendemos. Porque un semejante se refiere a una cosa que está con alguien que no tiene por qué.

Si todo ha vuelto, está bien. un poco arriba gerente, algunos de sus colegas estadounidenses, se emplean en adelgazar y torturarse con características imposibles para asegurar que los tomen son serios; dice que quiere que alguien nuevo tenga dinero y dinero porque no piensa hacerle un regalo a Manolo y parece que quiere ser asunto de nadie.

Aunque mi momento favorito, y parece difícil elegir, es cuando la presentadora comenta sobre ella, de forma particular y de agradecer: «Llamo la atención sobre la química que tengo con las mujeres». A ver si no acudes a Ser Sofía que no sabe decir estupideces, yo digo, “cosas raras”.

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